Hoy quiero escribir un poco sobre la que puedo decir- por decir alguna- que es mi canción favorita: de hecho, es prácticamente mi himno... ninguna canción me ha hecho sentir nunca como Stolzes Herz.
Y una de las cosas que precisamente me asombran más de Stolzes es el cambio que experimenta; comienza triste y melancólica y se autopresagia como la típica canción gótica, con la predominante voz de Tilo sobre la suave base del piano... y esa voz suena apagada, a veces casi llega a desvanecerse... incluso Tilo parece llorar en cierto momento. Es un hombre derrotado por el mundo que le rodea, que ha perdido toda esperanza y no sabe a qué agarrarse, así que se plantea preguntas existenciales. Está al borde del abismo, podría decirse.
Sin embargo, la voz de Tilo va creciéndose, como si de repente recuperase todas las fuerzas que ha perdido y estuviese impulsándose a sí mismo... hasta que llega a ese grandioso estribillo en el que canta:
"Con las manos manchadas de sangre
con lágrimas en el rostro
una sonrisa en los labios
y la profunda esperanza en la mirada.
Incluso elevarse sobre la inmundicia;
profundamente manchado pero orgulloso de corazón.
A una vida nueva despertar...
y despertar completamente nuevo en la vida..."
Ese estribillo es, como digo, un himno para mí. Me ayuda a sentirme orgullosa de lo que soy, a nunca dejar de creer en mí misma y en mis ideales pero, sobre todo, a levantarme de nuevo si alguna vez me caigo. Porque, como suele decirse, en esta vida todo tiene remedio excepto la muerte. Y esa es la valiosa lección que nos enseña Stolzes Herz. Confiar en nosotros por encima de todo. Y valorarnos por lo que somos realmente y no por lo que los demás puedan decir de nosotros. Y, ante todo, a nunca perder la esperanza.
23/5/10
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario